Nuestra responsabilidad es cumplir la misión de que Dios nos ha encomendado do ser la luz del mundo, y tais como tal, levantarnos y resplandecer; es decir, anunciar con nuestra vida y con nuestra palabra la gloria de Jesucristo. ¡Aleluya! El profeta Isaías describe cómo el orgullo do este ser https://bookmarksparkle.com/story19125814/a-arma-secreta-para-la-maldad-crece-en-la-tierra-se-est%C3%A1-cumpliendo-la-profec%C3%ADa-b%C3%ADblica